A unos cinco kilómetros del pueblo del Refugio, en la isla de Mancarrón, se encuentra el punto más alto de las islas, es una loma llamada por los habitantes "El Peñón".
El camino hasta allá transcurre por dentro de la selva, bajo árboles inmensos y con un lodo y una humedad, en esta época del año, que resulta inimaginable para los que no somos de aquí.
Parte del camino hay que recorrerlo por una quebrada, es decir, por un pequeño riachuelo, que sólo lleva agua en época de lluvias. Es impresionante, pero nada de cómodo para andar debido a las rocas y el agua; aún así, merece la pena... Espero que se aprecie en las imágenes.
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| La quebrada, llena de agua en estos días. |
Salimos con destino al Peñón muy tempranito por la mañana, el sol está bajito aún, hay nubes y la humedad, como digo, es algo indescriptible; en poco más de hora y media nos plantamos en lo alto.
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| El último tramo de subida |
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| Con Pepe, el catalán que va camino de Méjico. Buen viaje, amigo. |
En este caso, estoy segura de que las imágenes no permiten hacerse ni una ligera idea de lo que es estar sobre el Peñón, desde donde se contemplan el resto de islas, tierra firme y Ometepe, desde donde se comprende el nombre de "esmeraldas de Nicaragua", que algunos románticos dan a estas islas.
La bajada del Peñón la hacemos ya bajo una intensa lluvia, que hemos visto venir desde lo lejos, y la mayor parte del camino de vuelta nos acompaña la lluvia también.
Al llegar al pueblo no son ni las diez de la mañana, aún tenemos todo el domingo por delante.
