sábado, 29 de agosto de 2020

Incendio en Almonaster La Real

 

Me estoy acordando mucho de ti estos días porque hay un incendio grande en Almonaster La Real, empezó el jueves cerca de la Cueva de la Mora, y hoy a esta hora está llegando a Valverde.

He pensado unas cuantas veces que si estuvieras aquí habríamos ido a hacer algunas fotos, y a hacer lo que hiciera falta, que tú siempre sabías lo que era... recuerdo cuando el incendio de Mimbrales del año pasado, me impresionaste aunque no llegué a decírtelo. Yo sola no iré, pero habría ido contigo.

Aquí en casa desde el medio día se ve el humo en el cielo, cada vez mas. Ahora ya se aprecia entre los pinos de enfrente de casa, quizá merezca la pena asomarse a la playa a la puesta de sol, imagino que el sol quedará velado por el humo o quizá no llegue a tanto, por ahora queda al norte, si bajo a verlo ya te lo contaré.

Tres semanas, supongo que dejaré de contar el tiempo, pero hoy aún sé que son tres semanas justas; miro mientras te escribo la esquina del cesped y me estremezco, siento que no supe ver lo importante a tiempo, me parece ahora que a esta hora hace tres semanas todos debíamos suponer ya el desenlace, pero ninguno quisimos verlo; ni siquiera tú, creo. 

El fuego arrasa el monte y se acerca peligrosamente a aldeas y pueblos, se siente hasta el olor a ratos; el fuego que todo lo traga. Tres semanas. Quiero dejar de contarlo. 

Fuego, llamas, humo, desalojos y en el lado opuesto el ofrecimiento de la gente a acoger animales, a transportarlos, a recibir a gente en sus casas, voluntarios por todos lados, cada quien con lo que tiene con lo que es. Me emociona ver la solidaridad en la gente, me deja creer en la Bondad como motor de vida.

Algo bueno entre el humo....


jueves, 27 de agosto de 2020

Casi tres semanas ya...

 Parece mentira que ya van casi tres semanas, es impresionante como pasa el tiempo, como se van los días... Estos últimos han sido días un poco estresantes para mí, en el trabajo hay algunas dificultades, unas debidas a lo que supone reorganizarnos de nuevo como equipo funcional, evitando tanto como sea posible los intervencionismos externos, y otras generadas a partir de la visita del presi; que nos tiene algo preocupados, aunque Goyo ha intentado calmarnos y hacernos ver que no tiene excesiva importancia, veremos en qué queda la cosa.

Ya han empezado los compromisos y las visitas "normales", y no te imaginas lo que te hecho de menos, lo sola que me siento comprando aperitivo, escogiendo el recorrido y enseñando el palacio. Hacia arriba nadie lo entiende, nadie lo ha entendido hasta ahora, porque si lo entendieran no me sumarían más y más visitas de este estilo. A los de abajo no les interesa demasiado, y en paralelo hay ausencia absoluta, simplemente más soledad. ¡Cuanta falta vas a hacerme! Por supuesto en las visitas, pero también en la fortaleza que nos va a hacer falta para encarar los próximos retos, que como sabes no son pocos ni pequeños.

Contarte que parece que el Ayuntamiento de Almonte quiere poner tu nombre a una sala de exposiciones e inaugurarla con una exposición de algunas de tus fotografías. ¿Te gustaría? Yo no lo sé. También la ministra me llamará para organizar un homenaje en tu honos, te iré contando.

Y los abejarucos se despiden ya, se les oye cada mañana pero no se les ve, ya sabes, pasan altos y en grandes bandos, ruidosos y encantadores; el ciclo natural del año sigue su curso. La berrea parece medio parada, no se oye gran cosa y tampoco se ven muchos ciervos en el campo; también yo estoy saliendo menos de lo que me gustaría, entre unas cosas y otras, pero vendrán tiempos mejores, yo sé que sí, volverá la calma a mi cabeza y a mi vida, estoy segura. Cuento con que los abejarucos que se van en estos días se lleven parte de mi desasosiego y cuento con amigos que me ayudan a pasar estos ratos, también cuento con el eco de las palabras que han tenido para ti tantas y tantas personas, las lágrimas de aquellos que te han llorado sinceramente y el calor de los abrazos dados y recibidos.





martes, 25 de agosto de 2020

Manu ya está en Tromso

 ¿Como contarte que ayer se fue Manu? 

Lo llevé a Málaga y a esta hora ya está en Tromso. Quiere volver en octubre, pero a saber como van a estar las cosas para entonces... lo iremos viendo paso a paso, no se puede preveer mucho en estos tiempos extraños.

Ayer también estuve hablando con Joselito y Ash, ella se irá a Estados Unidos en unos días y yo creo que le vendrá muy bien, se ha portado como una campeona, ha estado y está al pie del cañón con mamá y con José, ya sabes que es una más. Está preocupada también por si tiene problemas a la vuelta, pero se irá de todos modos y a mí me parece genial.

Por lo demás, estoy otra vez en Marismillas, vuelta a rutinas y tareas... espero ser capaz. Buscando tus recuerdos aquí y allá, intentando dar a mamá lo que me pide. Paso a paso, como siempre.

Hoy la playa estaba rizada y con bastante pendiente, la marea estaba hasta arriba, pero el mar estaba como un plato; Enrique y su primo estaban ya revisando las redes cuando he pasado, me ha dado mucho ánimo Enrique y me ha contado de la muerte de su madre, cuando ella sólo tenía 48 años, al padre aún no le he visto, pero sé que son de las personas que te querían bien y me reconforta saludarlos y parar a charlar con ellos un momento.

Aquí, en la misma puerta, los ciervos empiezan a pelear; ojala sea este un otoño de abundantes lluvias y un buen año de marisma. Ya te lo iré contando.

sábado, 22 de agosto de 2020

Se acabó la visita

 Ayer se fueron. 

Todo ha salido bien durante la visita, hemos estado trabajando como equipo, poniendo cada uno de nuestra parte para que todo saliera bien. Como tú bien sabes, cada uno sabía lo que tenía que hacer en todo momento, he contado con el apoyo incondicional de Antonio y los chicos, Lola trabaja como una campeona, y gobierna muy bien a la tripulación de dentro del palacio; Jose Polo ya sabes como es, ha sido un apoyo imprescindible, hemos contado con él para todo desde el inicio, tiene una calma impresionante que ha sabido transmitirme hasta en los peores instantes, que por suerte no han sido muchos. A Violeta ya la conoces, ya sabes como fue el año pasado y te puedes imaginar como ha sido este, yo no sé gestionar eso, no sé como podías tú, yo no sé hacerlo.

Sólo decirte que el jefe de dispositivo al irse me ha abrazado y me ha dicho "todo perfecto, ha salido todo perfecto, tu padre estaría muy orgulloso de ti", y a mí se me han saltado las lágrimas. Ha sido toda una experiencia, la verdad. 

Yo me he sorprendido a mí misma muy tranquila, sabiendo (no sé como) lo que tenía que hacer, lo que tenía que decir y como debía comportarme. Ojalá me hubieras visto y ojalá hubieras visto al hijo de Antonio, es muy apañado, discreto, amable, eficiente... Te habría gustado, seguro.

 

Y ¿sabes que ha sido lo mejor de todo? Pues que la noche del jueves escuchamos al primer ciervo berrear. Había luna nueva, cayó buen relente y había neblina el viernes por la mañana, y mientras regaba el huerto, con Jose Polo y Antonio allí charlando conmigo, volvimos a escuchar berrea, inmediatamente pensé en ti. Me pasa a menudo, y me pasará cada vez que ocurra algo, por nimio que sea, porque son muchas experiencias compartidas, porque siempre me preguntabas por lo que había visto y como lo había pasado, así que te escribiré con frecuencia, para intentar transmitirte lo que siento y lo que ocurre en tu Doñana, porque ahora ha dejado de ser mi Doñana, para ser sólo tuya, siempre tuya.

Hoy y mañana descansaré, el lunes llevaré al Enano al aeropuerto y el martes vuelta al trabajo, a ver qué me encuetro y como lo enfrento; estarás a mi lado, lo sé y me ayudarás también en esto, aunque sé lo difícil que te va a resultar, trataré por todos los medios de hacer las cosas bien, de defender lo que para ti era importante, aunque yo no lo comprenda. Te quiero papá, te querré siempre.

sábado, 15 de agosto de 2020

Ya han llegado, todo perfecto

Ayer llegaron, al final a medio día en vez de por la noche. Todo fue bien, muy bien.

Mientras conducía hacia Malandar iba concentrada en ti, no estaba nerviosa ni preocupada.

A la barcaza llegó Juan Pedro, tuve una conversación con él un tanto áspera, bastante triste, pero no me afectó para lo que estaba haciendo, la dejé aparcada hasta llegar a palacio y encontrarme con los compañeros; habrá que enfrentarse a ello, pero no será ahora.

Estuvimos en la playa hasta la puesta de sol, como otras veces.

Hay cosas que no me gustan, pero no me siento con fuerza ni soltura para cambiarlas, iremos poco a poco.

Gracias.

No te preocupes, todo irá bien, y sé que estás conmigo.

miércoles, 12 de agosto de 2020

Ayer cochinos y hoy pescadora

 Te cuento que hoy hemos ido a la duna bonita todos, es una alegría que Manu esté aquí, aunque yo casi no voy a verlo...  Al empezar a bajar de la duna hemos visto, sobrevolando el primer tren, una pescadora, para mí es la primera de la temporada, y hace sólo unos días tú tampoco habías visto ninguna; hemos pensado que ha venido a verte y a acompañarte en tu primer vuelo desde lo alto de la duna. Ojalá haya sido así.

Tus nietos también estaban, pero se nos escondieron detrás.

Ayer, sin embargo, la tarde fue de cochinos. En la playa ya han encontrado los restos del rorcual boreal, así que van abriendo agujeros aquí y allá, y en casa apareció uno en la acera de enfrente, mientras tus hermanas estaban allí tomando café con mamá.


Bueno, te dejo que estoy cansada, por cierto, ha llegado Jose Polo para echarnos un cable en estos días; no sabes (o quizá sí) lo bien que me va a venir, aunque sé lo poco que te gustan las interferencias de fuera... 

Te seguiré contando.

martes, 11 de agosto de 2020

Nueva normalidad

¡Buenos días padre!

Esta mañana en vez de llamarme tú para tomar el café, me ha llamado Montse. Que raro ha sido no ser tu cara la primera que veo, después de la mía en el espejo, en un día laborable.

Que raro ese incomparable paseo por la playa hasta el inglesillo, ¿quien iba a decirme a mí que echaría de menos hasta el humo de tu cigarro?

Sí papá, lo he echado en falta.

Si vieras que he venido con la marea hasta arriba, menos mal que el coeficiente es pequeño estos días, y que a partir de Zalabar, como tú bien sabes, la playa mejora mucho.

 Luisin ha pasado la trailla por el Inglesillo, y yo no he podido evitar pensar en su padre, y tú ya sabes por qué; no había mucho rastro de conejos hoy, pero había uno de zorro a lo largo del carril, justo sobre la loma del cuartel.

Llegar al Palacio y atravesar la cancela ha sido uno de los momentos más duros de mi vida, pero está tan bonito el jardín, con sus farolas y bancos nuevos, las palmeras, los palmitos.... los compañeros han puesto las banderas a media asta, y un crespón negro en la de España, no sé si te gustaría pero tú lo habrías hecho también por cualquier otro miembro del equipo ¿a que sí?

En fin, la tarea de la mañana no me ha dejado mucho tiempo para pensarte; le he dejado tu coche a Violeta para la visita, no sé qué pasará después; Antonio y los muchachos se han repartido tu uniforme, espero que no te importe.

Ayer fue un día muy cansado, no imaginas la cantidad de gente que llegó a verte, la cantidad de llamadas, mensajes, whatsaps que hemos recibido... hay artículos en prensa y miles de publicaciones en diferentes redes sociales. Es un orgullo tan grande.

Yo tengo un agujero en el estómago, pero me obligo a comer algo. Me has dejado muy sola, muy muy sola, aunque tengo mucha gente alrededor. Pero soy consciente de lo afortunada que soy de haber sido tu hija, y además he tenido el privilegio de trabajar a tu lado, de compartir tu Doñana, esa que tú amas y conoces como nadie. Te quiero tanto y te lo he dicho tan poco, pero creo que lo sabías, he intentado demostrártelo en cada acto mucho más que con palabras. 

La vida me hizo el tremendo regalo de darme dos años a tu lado codo con codo, siendo tu sombra, tu escolta y tu vigilante, como a veces me decías.

Al final ha sido rápido y repentino, auque tú llevabas tiempo sabiendo que estabas en los minutos de descuento, miro hacia atrás ahora y lo veo claro. 

Bueno padre, voy a comer algo que en un rato viene el jefe de dispositivo, ya sabes bien como es esto.

No te preocupes, Joselito está bien, Manu llegó anoche sin contratiempos y cuidaremos a mamá con toda la paciencia. Te escribiré de vez en cuando más porque yo lo necesitaré que porque tú vayas a leerlo, y prometo ponerte incluso alguna foto. Tengo en la mente ese libro del que hablamos, espero contar con Muriel y con Jose para sacarlo adelante, y por supuesto con tu amigo Jose Ramón, como no puede ser de otra forma.

Nos quedaron tantos carriles por recorrer, tantas dunas por subir y tantas conversaciones por tener, siento no haber estado más cerca en algunos momentos, y no haber comprendido mejor tus afectos.

Lo dicho, te seguiré escribiendo.