Y convertirme en piedra, y no sentir.
No sentirte.
Que ya no duelas.
Todos los surcos de mi cuerpo serán grietas inertes.
Cada bulto un tropiezo, cada órgano el interior mágico y duro del peñasco.
Esa seré yo.
Pero el tiempo pasa, y yo aún siento:
dolor, amor, placer, tristeza....
Y cada surco cambia, cada bulto se mueve
y cada órgano vibra.
Esta soy yo,
aún estoy viva.