Hay algunas cosas feas en este trabajo, una de ellas para mí es tener que ir a Madrid. Vaya jaleo, ruido, ajetreo... deseando venirme estaba.
Pero ha sido un viaje productivo, creo que he resuelto cosas, he hablado cara a cara con la jefa, tiene las ideas muy claras y va a intentar ayudarme en todo lo que pueda, me consta que ya ha negociado cosas por mí. Las intenciones son buenas, sólo falta que cristalicen realmente.
Habrá que tener paciencia, porque los plazos no los marco yo, ni siquiera ella... los plazos serán dilatados para cualquier solución, pero mi esperanza es que las soluciones que se den sean definitivas.
No sé si a ti te gustaría el rumbo que están tomando las cosas. Por arriba creen que la situación es ya insostenible por más tiempo y yo, después de que me hayan contado algunas conversaciones, creo que también; me da lástima porque yo creo que podríamos complementarnos bien, y creo que el tiempo invertido por ti en este equipo era una buena inversión, lo que pasa es que no todos están de acuerdo; hay quien a mí no me considera parte del equipo, y me siente como una amenaza, yo creo no serlo, aunque es verdad que de natural asumo las responsabilidades, me lo pidan o no y quizá sea eso lo que no le cuadra.
En fin, intentaré tener paciencia, seguir haciendo mi trabajo y tirando adelante con la carga, a veces demasiado pesada y mucho más al llevarla en solitario. Te echo de menos cada día, sobretodo nuestras conversaciones, lamento no haber sido capaz de llegar a escribir tus memorias, contigo se pierden la mayor parte de las anecdotas, pero es que eran tuyas, de nadie más.
La vuelta desde Madrid ha sido lo más agradable. Sentir calor y apoyos, contar con compañeros de los de verdad, de los que gusta tener cerca. Eso sí lo he disfrutado.
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