Hoy estaba la marea alta a primera hora de la mañana, así que he decidido venirme por la marisma; pensando también que ojalá llueva pronto este año, y se nos acabe esa opción muy pronto (sí, hay que tener fe).
La marisma está impresionante con la cantidad de vegetación que tiene, y que además va tomando ese color rojizo tan característico. Es un espectáculo.
A lo lejos en mitad de la llanura se ven los eucaliptos de Veta la Arena, y más allá la silueta tenue de Las Nuevas, y me acuerdo de que quería haber ido contigo hasta allí por la marisma, ahora tendré que buscar quien me acompañe, o investigar por mi cuenta cual es el carril que lleva hasta allí. Espero que alguno de los Brenes quiera acompañarme un día de estos, siempre tengo pendiente "marismear" con ellos.
¿Sabes lo que más me impresiona? Ver el ojo de Vetalengua, pequeñito y rodeado de vegetación; burbujeante y oscuro, como siempre.
La verdad es que soy muy afortunada de tener un trabajo en el que buena parte del mismo se desarrolla en el campo, poder trabajar así es un auténtico privilegio. Tú lo sabías mejor que nadie, y yo lo voy aprendiendo, gracias por la confinza en mí misma que supiste darme. Gracias por abrirme los ojos al mundo, en todos los sentidos.
Mañana me voy de vacaciones unos días, también te iré contando.
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