No es muy cómodo ser española hoy en América, hoy 12 de octubre, día en que por primera vez Cristóbal Colon llego a estas tierras hace ya algunos años.
Por aquel entonces, y muchos años después, esta parte del mundo fue para los españoles una inmensa fuente de mano de obra, de riquezas y de poder. Y, si bien es cierto, nosotros no fuimos, que de aquello hace mucho, también es cierto que somos herederos de aquellos beneficios.
Aquí, en Nicaragua, lo que se conmemora el 12 de octubre es la resistencia del pueblo indígena, el valor de aquellos que plantaron cara a unos españoles que venían armados, montados a caballo e imponiendo por la fuerza su supremacía, su cultura y su religión. Fue el Cacique Diriangén el primero en enfrentarse a los españoles, y quien plantó batalla, consciente de que los españoles no eran dioses, ni inmortales, sino simples hombres que venían a imponerse.
La resistencia no duró demasiado, y la ocupación por parte de los españoles dilató más de 300 años.
Estuvimos en el acto de la escuela de celebración de la Resistencia Indígena, y celebramos el encuentro, celebramos que dos pueblos se encontraron un doce de octubre y que por eso estamos hoy nosotros aquí, apenas tres españolitos, en un archipiélago perdido en mitad del mar dulce. Encontrándonos y relacionandonos en condiciones de igualdad, después de tantos años.
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Preparando la celebración |
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